Nicolás Gastón Rozado

Hola, soy Nico, bienvenido a mi web. Aquí encontrarás información sobre mí, y pronto artículos en los que hablo de temas que me interesan y algún tutorial.

Ahora me voy a presentar contándote una historia (espero que las historias te gusten tanto como mí). No dudes en consultar las otras secciones para más información personal o aspectos laborales.

El de ahí abajo soy yo de bebé, rodeado de pingüinos en el glaciar Perito Moreno, Patagonia Argentina. Tenía menos de un año, y mis padres (jóvenes) decidieron que ser padres no les impediría viajar.

Podría ser un bebé cualquiera, lo sé, tendrás que confiar en mí esta vez.

Hicimos 5000km en coche, vimos el rompimiento del glaciar (un evento único que atrae gente de todo el mundo), caminé (repté más bien) entre pingüinos salvajes, y mucho más.

En este viaje una pareja que no podía tener hijos intentó comprarme. En este viaje mis padres le dejaron el coche a unos desconocidos que se les había averiado el suyo, para que también pudieran ver el glaciar.

Diría que es emocionante haber vivido un viaje así, pero por otro lado no recuerdo nada porque era muy pequeño. Podemos decir que el mejor viaje de mi vida lo hice sin ser consciente, y quizás también que el pico de mi vida (en aventuras) fue con 1 año.

Imagina que al poco de nacer vives la experiencia más impactante que jamás vivirás, y que la vives sin ningún impacto porque no tienes todavía memoria autobiográfica. La vida es curiosa.

Un par de detalles que saco de esta historia:

Mis padres, rompiendo el molde y demostrando que se puede viajar aunque tengas hijos. Dejaron a muchos de sus amigos sin excusa para no vivir aventuras.
Compartir con desconocidos, recibirlos con un corazón (mente) abierto nos hace crecer. El miedo a lo desconocido en la sociedad actual es algo anticuado.
Es mejor vivir con ganas, y es mejor estar abierto a conectar con otros. Como dice una buena amiga mía cada vez que me ve dudar: sin miedo.

Y la mayor enseñanza del viaje: nunca dejes a un bebé solo rodeado de pingüinos. Esos animales son más territoriales y menos amigables de lo que aparentan.

Por suerte, mis padres estuvieron rápidos para recogerme a tiempo y sigo aquí para contar la historia.